TiEnEs QuE eScoGeR


 

Decídete por lo bueno por sobre lo malo y lo correcto sobre lo agradable. 

 

Lucas 10:42 advierte:Pero sólo una cosa es necesaria; y María ha escogido la buena parte, la cual no le será quitada.
Todos debemos escoger constantemente.  Escogemos la comida, la ropa, y  si vamos a estudiar o haraganear, obedecer o desobedecer. Nos pasamos la vida tomando decisiones que marcan nuestro destino. Por lo tanto, es necesario aprende a elegir.
¿Qué haré en la vida?
En la vida hay tres elecciones difíciles. La primera es a qué me dedicaré. ¿Cuál es tu vocación? ¿Serás médico, administrador, vendedor o empresario?  No puedes llegar a los 40 años sin saberlo. Tuve dos amigos, uno se dedicó a vagar, mientras el otro agarró sus maletas y se fue a Suiza a estudiar repostería, se esforzó. Un día pregunté a los dos sobre su percepción de la juventud. El primero me dijo: “Estoy joven, hay que gozar la vida y trabajaré cuando sea grande”. El otro dijo:”Estoy joven, es el momento para estudiar porque tengo fuerzas, construiré mi futuro”. El que escoge no hacer nada de joven la pasa muy mal de grande.
 No puedes detener el tiempo. Yo regresé a la universidad cuando ya tenía  mi carrera profesional y mi familia. Me decidí porque es necesario completar lo que se empieza y porque deseaba honrar a mis padres que se sacrificaron  para pagar mis estudios. Yo quería  darle el diploma y lo logré con honores aunque pasé dos años bajo una presión muy fuerte. Trabajaba de 7 de la mañana a  6 de la tarde. A las 6, iba a la universidad y salía a las 10 de la noche. Llegaba a casa a cenar  y ver a mi familia para luego recibir clases los sabados todo el dìa hasta las 8 de la noche .  Por momentos, sentía que mis nervios iban a estallar. La Biblia dice que Dios honra a los que le honran, así que recibirás honra si la das al Señor.
El reloj sigue caminando, despierta porque ya cumpliste otro año más y no hay modo que te decidas. La Palabra dice que María escogió la mejor parte, es decir que había otras cosas que escoger, pero decidió bien, imítala. “Agatos” es la raíz griega de lo que significa la buena parte, lo que es bueno, consistente, usable, excelente, distinguido y honorable.
Escoger lo correcto 
Filipenses 1:21 asegura: Porque para mí el vivir es Cristo, y el morir es ganancia.
 Pablo seguramente estaba ante una elección cuando escribió esto y no sabía qué escoger porque las dos opciones eran buenas. Aunque una mejor que la otra. Vivir para el Señor era bueno y morir en Cristo era aún mejor.  Nosotros podemos afrontar esa situación. Me sucede con las corbatas cada día.  Me siento como ese hombre que se quedaba calvo y no sabía cómo peinarse. Al quedarse con tres pelos no se decidía para qué lado peinarlos, hasta que puso uno a la izquierda, otro a la derecha y el tercero hacia atrás.  Cuando se quedó con dos cabellos, decidió hacer camino en medio y acomodó uno a cada lado de su cabeza. Finalmente, al quedarse con un solo cabello, le era imposible decidir cómo peinarse y prefirió quedarse despeinado.  En algún momento  somos más indecisos que una mujer en una zapatería. Al final sale con los zapatos que estaban en oferta aunque no le queden.
Cuando me acababa de convertir y asistía al grupo, veía muchas jovencitas de mi edad que era posibles candidatas a novias pero decidi a esperar años hasta cuando vi a Yazmin y comence a conocerla , la decisión fue instantánea. Ahora cumpliremos 8 años de casados.  Hay jóvenes que no se deciden. Se pasan de maduros ya que llegan a los 40 años y sienten que no han encontrado a la mujer ideal. ¡Déjate de cuentos y decídete!
Pablo no sabía qué escoger. Ir con el Señor es muchísimo mejor pero quedarse era más necesario porque debía orientar a los seguidores del Señor.  Puede ser que se nos presente la oportunidad de escoger entre lo bueno y lo correcto. Intentando ponerme en el lugar de Pablo, seguramente dijo: “Es  mejor que me quede por ahora porque de todas formas, ya soy salvo y nadie me libra de ir al cielo cuando muera”.  Escogió lo correcto porque era mucho mejor ir ante la presencia del Señor de una vez, especialmente porque él mismo contó que fue víctima de persecución, azotes y pedradas.  Aún así, dejó lo muchísimo mejor para después y escogió lo necesario.
Dios quiera que nos dé el carácter para escoger lo más necesario siempre, para luego recibir lo mejor.  Yo le digo: “Dame larga vida porque sé que estoy condenado a entrar al cielo por Tu gracia y sangre,  así que espero poder anunciar Tu Palabra a la próxima generación hasta que ya no me queden fuerzas”.  Quiero tener la oportunidad de contar cómo ocurrió ese avivamiento, cómo se convirtieron los predicadores y el Reino se extendió.
Por momentos, parece que la vida te ofrece cosas mucho mejores, como abandonar el grupo pero permanecer en más necesario.  Sean 2 ó 15, debes estar para ellos siempre. En la vida te pueden ofrecer oportunidades que parecen mejores pero es más necesario decidir correctamente.  Tenemos el ejemplo de Lot y Abraham. El primero escogió incorrectamente. Se fue con su familia a la llanura, un lugar cómodo cerca de la ciudad pero fue la peor decisión porque todos se perdieron, sólo él logró salir con vida. Escogió lo que era muchísimo mejor pero no lo necesario.  A veces nos vamos por la primera salida, la cómoda pero no es lo mejor para tu futuro y lo sabes, eso es lo peor.
Tú decides perder tu tiempo escogiendo lo incorrecto porque tarde o temprano deberás regresar sobre tus pasos y rectificar el error. Los estudiantes deben esforzarse durante todo el año, cuando es el momento porque si pierden el tiempo, igual deberán corregir su mala decisión y estudiar cuando ya todos están de vacaciones. ¿Qué necesidad hay de eso si tienes el tiempo correcto para hacerlo? No seas necio, sé inteligente.  Es mejor trabaja duro y esforzarse porque hay que hacerlo, de lo contrario las metas nunca se verán alcanzables y duplicarás tu esfuerzo.  
Escoge siempre lo correcto cuando estés ante dos opciones que te agradan. Los cristianos escogemos de acuerdo a nuestros principios y valores; luego, de acuerdo a nuestras posibilidades y por último dejamos los gustos.  En el vestir por ejemplo, primero hay que evaluar si la prenda que deseamos usar es adecuada según los principios de decencia y virtud, luego debemos ver si podemos adquirirla y por último, escoger la que nos gusta de las que ya tienen las condiciones anteriores.  No te dejes llevar por la moda. Ahora está “in” enseñar el calzoncillo, pero piensa que no te gustaría ver a tu hij@ enseñando el calzón.
Respecto a los tatuajes, no es de cristianos tatuarse porque la Biblia dice que no debes profanar el templo de Dios. Alguno dirá: “Pero he visto cristianos tatuados cantando alabanzas en un canal de TV”. Entonces les respondo: “eso solamente demuestra que las personas que viste en la TV no tiene padres ni pastores que les digan lo que es correcto”.  ¿Puedes imaginar a tu pastor con un jeans ajustado? Claro que no porque dudarías de su tendencia sexual. Ahora se les llama gays a los hombres con desviaciones hacia lo femenino, pero sin importar cómo se les llame, su conducta es una perversión.  Aún así, el Señor los ama y les predicamos la Palabra.
¿Con quién vivirás, cuál será tu destino después de la muerte?
El Salmo 119:26-32 pide: Te he manifestado mis caminos, y me has respondido;  Enséñame tus estatutos. Hazme entender el camino de tus mandamientos,
    Para que medite en tus maravillas. Se deshace mi alma de ansiedad;
    Susténtame según tu palabra. Aparta de mí el camino de la mentira,
    Y en tu misericordia concédeme tu ley. Escogí el camino de la verdad;
    He puesto tus juicios delante de mí. Me he apegado a tus testimonios;
    Oh Jehová, no me avergüences. Por el camino de tus mandamientos correré,    Cuando ensanches mi corazón. 
La persona de este Salmo tomaba sus decisiones aunque le pedía a Dios que le enseñara. La segunda decisión importante es con quién viviré el resto de la vida. Cuando acababa de nacer en Cristo, cortejaba a una joven que no era cristiana, hasta que pensé: “Momento, estoy equivocado, dije que amaría Dios con todas mis fuerzas y no lo estoy cumpliendo”. Entonces,   fui a mi dormitorio, me hinqué llorando y le dije con todo dramatismo: “En tus manos encomiendo mi espíritu, no aguanto, es doloroso negarme a mi deseo pero haré lo correcto”.  Me levanté y fui a una vigilia.  Yo estaba orando, concentrado en un canto que decía: “Buscarte sólo a ti Señor, seguir tu caminar y no mirar atrás”. En ese momento Dios habló a mi corazón: “Voy a resolver  todo lo de tu vida, incluyendo lo de tu mujer”. Escogí lo correcto y fui recompensado.
No saber escoger se vuelve un patrón de conducta que se convierte en necedad. Te vuelves necio tomando malas decisiones continuamente y no aprendes de tus errores. Es como si te gustara sufrir.  Deja esa actitud y busca sabiduría de las malas decisiones. Para evitarlas, mira hacia el futuro e imagina las consecuencias de la decisión antes de tomarla. Si lo que ves es malo, busca otras alternativas.
La decisión de qué harás, solamente tú puedes tomarla. Escucha a tus padres aunque no te guste, muchas veces, las personas que nos dicen lo que evitamos escuchar son quienes dan un buen consejo.
Para escoger a tu pareja, busca a la persona con quien puedes vivir, no con quién quisieras hacerlo. Los jóvenes escogen a la novia como otra marca a exhibir y lucir pero no es lo correcto. Tampoco es malo que busques una joven guapa, pero si no pueden vivir juntos, es mejor buscar otra opción. La belleza se acaba o por lo menos se arruga, es cuestión de tiempo. Para MiYaz tal vez no soy el más guapo, seguro pudo conseguirse otro más alto pero soy su hombre, con quien puede vivir. La hago reír y somos felices al lado de nuestros hijos. Ella sí es hermosa y además, puedo vivir a su lado, ¡no puedo pedir más!
 La tercera decisión importante es a donde voy a parar cuando muera y  la opción correcta es junto a Jesús. Él es la vida eterna y la esperanza de gloria en nosotros.
Aprende a escoger
En Isaías 7:14-16 dice la profecía del señor Jesús: Por tanto, el Señor mismo os dará señal: He aquí que la virgen concebirá, y dará a luz un hijo, y llamará su nombre Emanuel. Comerá mantequilla y miel, hasta que sepa desechar lo malo y escoger lo bueno. Porque antes que el niño sepa desechar lo malo y escoger lo bueno, la tierra de los dos reyes que tú temes será abandonada.
Jesús aprendió con la comida los principios para escoger. Seguramente entre la manteca y la miel, se quedó con la segunda. Escoger implica desechar algo, hacerlo a un lado para quedarse con la otra opción. Antes de decidir, pregúntate qué es lo mejor entre lo bueno. Luego identifica  qué es lo correcto y quédate con esa opción.  Desecha lo malo y quédate con lo bueno.
Hasta escoger la comida es un problema. Si quieres aprender a decidir, ejerce tu voluntad en cada comida. Selecciona los alimentos que te hacen bien y elimina los que hacen daño. Ese en un buen ejercicio de carácter.
Deuteronomio 30: 19  aconseja: A los cielos y a la tierra llamo por testigos hoy contra vosotros, que os he puesto delante la vida y la muerte, la bendición y la maldición; escoge, pues, la vida, para que vivas tú y tu descendencia; amando a Jehová tu Dios, atendiendo a su voz, y siguiéndole a él; porque él es vida para ti, y prolongación de tus días; a fin de que habites sobre la tierra que juró Jehová a tus padres, Abraham, Isaac  y Jacob, que les había de dar.
Aprovecha cada oportunidad para mejorar tu dominio propio que tiene relación con lo que escoges. Deja tus gustos de último, porque lo primera a considerar son los valores. Si lo haces, Dios te dará el gusto, basándose en lo bueno.
De lo que escoges depende el futuro de tus hijos. Tus decisiones afectan a alguien que ni siquiera ha nacido, así que toma conciencia y no seas egoísta.  Escoge para experimentar la bendición que Dios juró dar a tu descendencia.  Él cumple pero la abundancia de bendición depende de tus decisiones.   Pídele que te enseñe a escoger siempre lo correcto, bueno y santo.

Publicar un comentario

Please Select Embedded Mode To Show The Comment System.*