La porción inicia con la orden de mantener ardiendo el fuego encima del altar. Así cada mañana los sacerdotes removían las cenizas del holocausto y añadían leña para mantenerlo encendido permanentemente.
Esto es una figura de nuestra continua relación con nuestro Padre. Por medio de nuestras ofrendas y oraciones (orad sin cesar 1Tesalonicenses 5:17) podemos mantener avivado el fuego de nuestro ser delante de Él.
Como es natural, el fuego que consumía las ofrendas tendería a apagarse o a disminuir su intensidad por algunos momentos, lo que hacía necesario una vigilancia activa para mantener la llama en su nivel adecuado; de forma similar es natural que nuestra "espiritualidad" mengüe en ocasiones; pero es nuestra responsabilidad avivar el fuego espiritual "añadiendo leña" para mantener ardiente nuestra pasión por YHVH y su Palabra:
Oye Yisrael: Amarás a YHVH tu Elohim con todo tu corazón, con toda tu mente y con todas tus fuerzas! Deuteronomio 6:5
De la misma manera que los sacerdotes removían las cenizas cada día, es necesario que removamos de nuestras vidas "las cenizas" de las cosas que quedan atrás: pecados, errores, amarguras, rencores, satisfacciones, y todo lo que ya es historia. Nuestro Padre YHVH nos llama a vivir mirando hacia adelante sin cargar las cenizas de lo que hicimos sea bueno o malo:
...olvidando las cosas que quedan atrás y enfocándome en las que están delante, prosigo hacia la meta, hacia el premio del supremo llamamiento de YHWH en Y'shua el Mesías. Filipenses 3:13-14
INSTRUCCIONES PARA UNA VIDA SALUDABLE
Habla a los hijos de Yisrael, y diles:
No comeréis grasa de novillo, ni de cordero ni de cabra. La grasa de animal muerto o la grasa de animal despedazado podrá servir para cualquier uso, pero ciertamente no la comeréis... ...no comeréis ninguna sangre, ni de ave ni de bestia, en ninguno de vuestros asentamientos. Levítico 7:23-26
Claramente, y sin lugar a dudas o argumentos, la instrucción de nuestro Padre es precisa: debemos abstenernos de consumir tanto grasas animales, como sangre. Si el mandamiento se refiere a éstos productos de los animales limpios, cuánto menos se deben consumir las grasas de los clasificados por YHWH como inmundos!
La sangre debería salpicarse sobre el altar y la parte restante ser derramada para expiación por los pecados; otra razón más para no consumirla:
Porque la vida de la carne está en la sangre, y YO os la he dado para hacer expiación sobre el altar por vuestras almas , porque es la sangre, en razón de la vida, la que hace expiación. Por tanto he dicho a los hijos de Yisrael: Ninguna persona entre vosotros comerá sangre, tampoco ningún extranjero que peregrina entre vosotros, comerá sangre. Levítico 17:11-12
RESUMEN DE LAS CLASES DE SACRIFICIOS - Levítico 7:37
La parashá describe la Toráh - Instrucciones (traducido Ley) de:
- La Ofrenda que se quemaba, u holocausto
- La Ofrenda Vegetal
- La Ofrenda por el Pecado
- La Ofrenda por la Culpa
- Las Consagraciones
- Ofrendas de Paz
Aplicación
Práctica
¿Qué
es lo equivalente a la leña que ha de hacer arder nuestra relación con YHVH?
• Agradecer por todo. No demos nada por
hecho. Cada día de vida, es un regalo de YHVH. Reconocer esta realidad a
diario, es leña que aviva nuestra pasión por Él...
• Observar la naturaleza en detalle,
reflexionando en lo que YHVH ha creado, es leña que aviva nuestra pasión...
• Ir a Su Palabra para descubrir cómo Su
plan ha sido perfecto y cómo nos involucra, es leña que aviva nuestra pasión...
• Buscar obedecer cada día su Toráh
(Instrucciones), es leña que aviva nuestra pasión...
• Conversar con Él, de todo lo que sucede
en nuestra vida cada vez que haya la oportunidad, ya sea en pensamiento o por
palabras audibles, es leña que aviva nuestra pasión por Él, etc.
Fuimos
diseñados como seres apasionados y a menos que dirijamos esa pasión hacia YHVH,
nuestro Creador y Padre, la estaremos orientando a cosas de este mundo que nos
atraparán para hacernos sus esclavos. No permitamos que el fuego de nuestra
admiración por YHVH se extinga de nuestro corazón. Esto puede llegar a suceder
cuando caemos en la religiosidad o bien cuando llegamos al punto de "tener
que hacer cosas para Dios"; cuando te sientas así, es porque tu relación
con YHVH está en peligro y es tiempo de considerarlo como un síntoma que debe
alarmar tu instinto de supervivencia espiritual.